Rezago Académico
Graduación a Contrarreloj
Un fenómeno que retrasa vidas, altera trayectorias y desafía la equidad educativa en Colombia
En Colombia, el rezago académico en la educación superior no es una excepción, sino una constante que amenaza el futuro de miles de estudiantes. Este fenómeno, que se manifiesta cuando un estudiante no logra finalizar sus estudios universitarios en el tiempo establecido por su programa, se ha convertido en una realidad persistente que requiere atención urgente. En la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP), esta problemática se ha evidenciado con mayor fuerza en los últimos años, afectando a un número considerable de jóvenes que luchan por alcanzar su título profesional en medio de múltiples dificultades. Más del 60% de los estudiantes de la UTP se gradúan fuera del tiempo estimado por sus programas académicos, y cerca de 2.700 estudiantes continúan activos en la institución, más allá del límite regular de semestres. Detrás de estos números hay historias personales, luchas silenciosas y contextos complejos que merecen ser escuchados y comprendidos.
Un panorama preocupante y persistente
Según datos del Observatorio Laboral para la Educación, tan solo el 49% de los estudiantes universitarios en Colombia culminan sus estudios en los plazos estipulados. Esta cifra, lejos de ser una simple estadística, representa un síntoma de un sistema educativo que no logra garantizar condiciones equitativas para todos sus estudiantes. En la UTP, las cifras son igualmente alarmantes. Para el semestre 2022-2, el 15.83% de los estudiantes superó el número de semestres establecidos para completar sus carreras. Incluso se han registrado casos extremos de estudiantes que han permanecido más de 39 semestres en la universidad sin poder finalizar su formación. Estos datos revelan no solo la magnitud del problema, sino también la urgencia de abordar el rezago académico desde una mirada estructural e integral que contemple las múltiples variables implicadas.
La economía: un lastre académico
Entre las causas más frecuentes del rezago académico, los factores económicos ocupan un lugar central. Muchos estudiantes de la UTP provienen de familias de bajos ingresos, lo que les obliga a buscar empleos para financiar sus estudios y cubrir gastos básicos como transporte, alimentación y materiales académicos. Este es el caso de Brand Gómez, estudiante de Tecnología Industrial, quien desde 2016 intenta culminar su carrera mientras trabaja para sostenerse. Su historia no es la excepción, sino un reflejo de lo que viven cientos de jóvenes en condiciones similares. La necesidad de generar ingresos se convierte en una carga adicional que interfiere con el rendimiento académico, generando una cadena de dificultades que termina por retrasar su proceso formativo. A pesar de que la universidad ofrece apoyos socioeconómicos, estos no siempre logran cubrir todas las necesidades ni llegan a todos los estudiantes que los requieren.
Vacíos desde la secundaria, dificultades en la universidad
Otro factor determinante del rezago académico son las debilidades en la formación escolar previa. Muchos estudiantes ingresan a la universidad con vacíos importantes en áreas clave, como matemáticas o lectura crítica. Estas falencias se traducen en bajas calificaciones, repitencia de materias y frustración constante. Maryi Alejandra Quiñones, estudiante de Ingeniería Industrial, relató cómo tuvo que repetir tres veces la asignatura ‘Matemáticas A’ debido a que no contaba con una base sólida en esta materia desde el colegio. Este tipo de materias, comúnmente conocidas como “filtros”, representan un gran obstáculo para la progresión académica. Si a esto se suman las exigencias del entorno universitario, el resultado es un círculo vicioso de rezago que afecta no solo el desempeño académico, sino también la motivación y el bienestar emocional de los estudiantes.


La pandemia y su efecto duradero en el aprendizaje
La pandemia por Covid-19 profundizó aún más estas desigualdades. Durante los semestres de educación remota, muchos estudiantes enfrentaron dificultades para acceder a clases virtuales de calidad, especialmente aquellos en carreras prácticas o experimentales. Manuela Álvarez Calle, estudiante de Química Industrial, manifestó cómo materias fundamentales como bioquímica y química orgánica fueron impartidas virtualmente, lo que dificultó considerablemente su comprensión. La falta de contacto directo con los laboratorios, la ausencia de interacción presencial con docentes y compañeros, y las limitaciones tecnológicas terminaron por afectar el aprendizaje. Para muchos, el regreso a la presencialidad no fue una solución inmediata, sino un proceso lleno de desafíos para recuperar el terreno perdido, sumándose así a las causas del rezago.
No es solo estudiar: es sobrevivir en el sistema
Además de los factores económicos y académicos, existen otras razones que empujan a los estudiantes al rezago. Las desvinculaciones temporales por problemas personales, de salud mental o por responsabilidades familiares son frecuentes. Estos períodos de ausencia generan una pérdida de ritmo y continuidad académica, haciendo más difícil la reintegración. Santiago Arcila Parra, quien cursa Ingeniería de Sistemas desde 2009, representa uno de los casos más críticos documentados. Él ha debido enfrentar múltiples obstáculos personales y económicos que han retrasado drásticamente su proceso formativo. Casos como el suyo reflejan cómo el sistema educativo muchas veces no está preparado para atender las complejidades de la vida de sus estudiantes, quienes deben balancear la academia con circunstancias adversas.
¿Qué papel juegan las instituciones?
Aunque la UTP ha implementado programas de apoyo económico y académico, como bonos de transporte, subsidios de alimentación y monitorias, estos esfuerzos aún resultan insuficientes frente a la magnitud del problema. Además, hay quienes señalan que algunos estudiantes prolongan su estadía en la universidad para seguir recibiendo estos beneficios, lo que complejiza aún más la discusión. La vicerrectora de Bienestar Estudiantil, Sandra Lorena Yepes, ha enfatizado que los apoyos están condicionados al cumplimiento de requisitos de progresividad académica. Sin embargo, la efectividad de estas políticas depende en gran medida de su cobertura, seguimiento y de un acompañamiento integral que vaya más allá de lo administrativo.
El rezago como síntoma y consecuencia
Las consecuencias del rezago académico son profundas y múltiples. A nivel personal, representa una interrupción en el proyecto de vida de los estudiantes, una barrera en su desarrollo profesional y un factor que puede desencadenar desmotivación, estrés, ansiedad e incluso abandono definitivo. A nivel institucional, impacta negativamente en las tasas de graduación, disminuye los indicadores de calidad y genera una mayor presión sobre los recursos disponibles. Desde una perspectiva social, perpetúa las desigualdades al limitar las oportunidades laborales y de movilidad de los jóvenes más vulnerables. El rezago académico, por tanto, no es solo un problema educativo: es un reflejo de las brechas estructurales que afectan al país.
Hacia una educación que acompañe y comprenda
El trabajo investigativo señala que enfrentar el rezago académico requiere un enfoque multidimensional que integre acompañamiento psicológico, tutorías especializadas, estrategias pedagógicas innovadoras y políticas públicas que prioricen la permanencia con calidad. La UTP, como muestra representativa del sistema educativo superior colombiano, tiene la oportunidad de liderar procesos de transformación que no solo midan los resultados en cifras, sino en historias recuperadas y trayectorias rescatadas. Es momento de que el rezago académico deje de ser una estadística normalizada para convertirse en una prioridad institucional y social.

Estadísticas y datos

Aquí podrás explorar un conjunto de infografías y visualizaciones que convierten los datos duros en información comprensible y accesible. A través de gráficos comparativos, líneas de tiempo y mapas estadísticos, se muestra cómo ha evolucionado el rezago académico en la universidad, cuáles son los perfiles más vulnerables, y qué variables influyen en los retrasos en la graduación. Esta sección busca que el usuario no solo vea los números, sino que entienda las historias que hay detrás de ellos. Es una herramienta clave para investigadores, docentes y estudiantes interesados en transformar esta realidad.
Testimonios y voces institucionales
